El desmán ibérico

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Archivo Anual: 2013

Le Desman des Pyrénées. Presentación en sociedad

De M. Desrouais sabemos que había sido profesor de historia natural en la escuela central de Tarbes. No es poca cosa. A partir de ahí nos imaginamos que uno de sus antiguos alumnos le trajo un bicho extraño. No era la primera vez que caía algo así en las nasas de mimbre con las que atrapaba truchas al principio del invierno. Desrouais nunca había visto una rata de agua con semejante trompa. Despidió al chaval con una sonrisa y un par de palmadas. Era un jodido tacaño. Esa misma noche tomó unos cuantos apuntes al carbón, un par de medidas y preparó la piel. Parecía delicada. No quería que se estropeara. Un frasco de vino le ayudó a coger el sueño y a la mañana siguiente, una vez comprobado que el gato no se había llevado el extraño animal de la fresquera (no sería la primera vez), escribió a la Facultad de Ciencias de París. Lo demás ya lo sabemos. Étienne Geoffroy Saint-Hilaire, el profesor de zoología parisino, se interesa por la carta, recibe meses más tarde la extraña piel y, una vez montada por sus ayudantes, la utiliza para describir una nueva especie. Un desmán más pequeño que el descrito por Pallas. Le llamó Desman des Pyrénées, Mygale pyrenaica. No hacía ni una semana que había acabado de preparar una pequeña memoria sobre varias especies de musarañas. Incluiría el nuevo hallazgo en ese escrito. Encargó el remate de esta tarea a uno de sus mejores estudiantes.

François, además de un dibujo general, haz algún detalle de las patas y de esa trompa tan curiosa – le dijo. Dicho y hecho.

Galemys pyrenaycus Mygale pyrenaica Geoffroy Saint Hilaire_500

Caudales ecológicos del siglo XXI. El parto de los montes.

La tramitación de los planes hidrológicos sigue su curso. Algunos, como los de la CH del Cantábrico, recibieron en diciembre pasado «informe favorable» del Consejo Nacional del Agua. Caminan triunfales hacia el real decreto. Otros como los de las CCHH del Duero y del Ebro, algo más retrasados, no tardarán mucho en recorrer idéntico camino.

Entre las bondades y novedades que se proclaman están las disposiciones referidas a los caudales ecológicos. Pero cualquier consideración benévola (e interesada) que pueda hacerse muere cuando nos enfrentamos a la cruda realidad de los números. Y es que pretenden tomarnos el pelo, una vez más.

Estos últimos años se han realizado estudios orientados a establecer la metodología óptima para el cálculo de caudales ecológicos. Sirva como ejemplo la síntesis que recoge este documento de la Agencia Vasca del Agua (URA). Tras el contraste entre métodos hidrológicos, de mantenimiento del hábitat y de conservación de la biodiversidad fluvial llegan a la conclusión de que si bien existe discusión entre escuelas científicas, los resultados son similares, por lo que haciendo de la necesidad virtud se busca una solución de compromiso que acaba dejando el río sin agua. Llámalo caudal ecológico modular o píntalo de verde, de este modo se consolida el fraude que va a seguir permitiendo que embalses y centrales hidroeléctricas (entre otros) expriman los caudales hasta límites sencillamente ridículos.

Ebro, Duero, Miño-Sil, Cantábrico, da igual el proyecto de plan hidrológico que consultemos. Los caudales mínimos son irrisorios. De nada sirve establecer diferentes valores estacionales. Los propuestos garantizan estiajes prolongados, ajenos a la dinámica natural del río, y episodios puntuales catastróficos frente a los que determinadas especies animales son muy vulnerables. Los datos están ahí. A mano de quien quiera consultarlos. Abunda la información hidrológica. Basta con contrastar los caudales medios característicos de cada río con la propuesta de caudales mínimos de los nuevos planes.  Lo más chocante (e indignante) es que estas tomaduras de pelo tienen sus evaluaciones de impacto ambiental favorables y presentan optimistas una programación para alcanzar los objetivos ambientales de la Directiva Marco del Agua. Pues con estos números va a ser difícil que en 2015 o en 2027 vayamos a alcanzar otra cosa distinta a la frustración y el ridículo.

Galemys pyrenaicus desman Pirineos iberico Pyrenees presa central hidroelectrica

¿Y al desmán que le va en esto? La detracción excesiva de caudal, por parte sobre todo de minicentrales hidroeléctricas, ha sido la norma en las últimas décadas en gran parte de su área de distribución, ocasionando un grave deterioro del hábitat, la fragmentación de las poblaciones y en muchos casos su desaparición.

Estos planes hidrológicos, a punto de salir del horno, representan el último clavo de la tapa del ataúd de un buen número de pequeños núcleos poblacionales de esta especie que, dispersos aquí y allá, sobreviven a duras penas.

Parturient montes, nascetur ridiculus mus (Horacio).