¿Otra amenaza fantasma?
Un colega, al que le tengo mucha fe, me dijo hace tiempo que cuando la lista de presiones y amenazas «nos sale» muy larga es porque no tenemos ni idea de lo que realmente está pasando.
En el caso del desmán, la lista corta no es. Para qué nos vamos a engañar. Y no hace mucho nos ha dado por incluir al visón americano, al que acusamos de poner en peligro a todo lo que se menea. Y en algunos casos no faltará razón, pero en lo que se refiere al desmán se me antoja que estamos exagerando los méritos del invasor admirable.
Nadie duda que si se presenta la ocasión el visón se zampará al desmán. Ahora bien, otorgarle el honor de ser el causante principal de la desaparición de los desmanes en algunas regiones es mucho decir. Sobre todo con el castigo que hemos dado y seguimos dando a nuestros ríos.
El visón americano mantiene poblaciones estables en tramos medios y bajos, generalmente por debajo de los 1.000 m de altitud. Las poblaciones de desmán se extienden en un rango de altitud más amplio. Para el desmán, el visón va a suponer una presión más de la larga lista a la que atribuimos la pérdida de calidad del hábitat. Ningún favor le hace su presencia, pero no caigamos en la tentación de darle más importancia de la que realmente tiene y afinemos la lista de sospechosos ¿A ver si va a ser la nutria o el cárabo, o la garza, o el gato del cura…? Hay que trabajar más.