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Archivo Anual: 2013
¿Por qué desaparece el desmán?
Sucesión de acontecimientos que a grandes trazos nos han llevado a donde estamos. No describo aquí el caso concreto de ningún río. Eso sí, lo relatado es fiel reflejo de la realidad, que, como siempre, supera a la ficción. Al río protagonista llámale Pisuerga, Najerilla, Ulla, Irati o como te apetezca. Cualquiera que sea el nombre que utilices no te vas a equivocar.

1940-1960
Estamos en un río de la mitad norte de la península. El desmán ocupa de manera más o menos continua aproximadamente 150 km de cauces de distinta entidad en las zonas media y alta de su cuenca. Son años difíciles. El país se recupera de una guerra y la tierra se trabaja hasta el último rincón. Hace falta leña y los sembrados alcanzan las orillas de los cauces. Ríos y arroyos ven reducida la vegetación de ribera a la mínima expresión.
El agua baja aún limpia. Los únicos vertidos contaminantes proceden de los lavaderos municipales, de los puntos donde abreva el ganado y de la «pequeña industria artesanal» de la zona (tenerías, queserías, mataderos). El desmán encuentra en gran parte de la cuenca la oferta de refugio y alimento que necesita. No todo es hábitat óptimo, por supuesto. Existen algunos puntos negros, muy localizados. Además de los vertidos contaminantes mencionados, desde principios de siglo se aprovechan los caudales de un buen número de arroyos de cabecera para la producción de energía eléctrica. Los azudes asociados a estos aprovechamientos y las detracciones de caudal alteran la estructura y la dinámica natural del río, pero dado el pequeño tamaño de estas explotaciones el desplazamiento de los desmanes a lo largo de la cuenca aún es posible y se corrigen de forma natural pequeñas extinciones locales.
El río ofrece proteína barata en forma de truchas, anguilas, barbos,… Algunas familias se dedican a la pesca fluvial de forma profesional y abundan los aficionados a esta actividad. Las artes mayoritariamente empleadas son nasas, butrones, garlitos, trasmallos, esparaveles, líneas de anzuelos,… El desmán es víctima frecuente de estos métodos.

1960-1980
El desarrollo y la «pertinaz sequía» hacen que en todo el país se multipliquen los grandes embalses. A nuestra cuenca también le ha tocado. No uno de los mayores, pero su situación y extensión es suficiente para dividir la red de cauces que ocupa el desmán en varios fragmentos que quedan irremediablemente aislados. Y es que el tramo embalsado es una barrera insalvable para el desmán. Sus aguas mansas y profundas, las continuas variaciones del nivel del agua y la inestabilidad de las orillas configuran un escenario sumamente hostil. Los fragmentos de hábitat favorable resultantes no son iguales. El más grande se extiende 50 km, dos que le siguen en importancia cuentan con 20 y 30 km de longitud y seis pequeños arroyos de no más de 5 km desembocan ahora directamente en el embalse.
El agua corriente llega ya a todas las viviendas de los pueblos de la cuenca y es devuelta al río sucia. Residuos orgánicos, jabones, aceites,… son vertidos de forma continua, regular y concentrada provocando un impacto notable en los afluentes de menor entidad. Esta transformación afecta en mayor medida a la zona media, pero la cuenca alta no se ve libre de ella.
La zona alta de la cuenca, de difícil acceso e improductiva para las posibilidades de la época, hace décadas que perdió su cubierta forestal. Ésta ha quedado reducida a pequeñas manchas de algunas decenas de hectáreas que se refugian en barrancos y escarpes. Se desarrollan entonces planes de reforestación. Previendo un rendimiento rápido, se eligen especies exóticas de turno corto.
En estos años se unen a las artes de pesca tradicionales el uso de lejía y de cal viva. Los efectos sobre los invertebrados de los que se alimenta el desmán son devastadores.

1980-2000
Si bien la despoblación ha afectado significativamente a la región, algunos pueblos, sobre todo en la cuenca alta, reciben en los meses de verano un gran número de visitantes. De este modo, el vertido de aguas residuales aumenta en gran medida durante el estiaje, cuando los ríos son más vulnerables. La depuración alcanza únicamente a la localidad principal de la cuenca y no existe una red de saneamiento consolidada.
Llegan a turno los primeros cultivos forestales. Los trabajos para su aprovechamiento movilizan un gran volumen de materiales finos que son arrastrados por el agua de lluvia, alcanzando los cauces. En lo sucesivo este fenómeno se producirá de forma continua (con periodicidad estacional) modificando sustancialmente la estructura de los cauces de la cuenca alta (cambiando su granulometría), llegando en situaciones extremas a cegarlos.
La red de carreteras sufre una mejora sustancial en la región. Los fondos de valle son los más afectados, aumenta el número de cruces sobre los cauces y la amplitud de los márgenes ocupados. Algunos arroyos son canalizados.
La integración de España en la Unión Europea exige la reestructuración del sector ganadero. En la cuenca, el vacuno de leche deja de explotarse de forma doméstica para hacerlo de forma industrial. El número de granjas se reduce significativamente, pero las explotaciones que subsisten son de grandes dimensiones. Generan un gran volumen de residuos orgánicos que encuentra difícil acomodo en la legislación y en cualquier otra parte. La solución es utilizarlo masivamente como fertilizante en los cultivos herbáceos de la zona. El inevitable exceso es recibido periódicamente por las aguas subterráneas y superficiales que alcanzan así un elevado nivel de contaminación.
Pese a que existe normativa que regula la pesca fluvial, la actividad furtiva no ha disminuido, si acaso no se practica de forma tan conspicua, y se concentra en determinadas especies y épocas del año.
Se realizan en España los primeros atlas de vertebrados y los primeros inventarios de especies amenazadas. Los resultados en nuestra cuenca no son positivos para el desmán. Solo es posible confirmar su presencia en el fragmento principal y en uno de los secundarios. Los pequeños arroyos que quedaron aislados por el embalse apenas pudieron acoger unos cuantos desmanes y estos grupos languidecieron y desaparecieron rápidamente. Un estudio de la calidad del hábitat evidencia un deterioro general de la cuenca. Los tramos que cuentan con hábitat óptimo suman un total de 30 km, lo que representa una reducción del 80%.

2000-2013
Se revisan las concesiones de agua de las 19 minicentrales activas en la cuenca. A 16 de ellas se les amplía el caudal que pueden aprovechar. Los caudales mínimos ecológicos impuestos para los tramos afectados en ningún caso superan el 20% del caudal medio estimado para los últimos 30 años. El efecto negativo de estos aprovechamientos alcanza en este momento su máxima intensidad. La sucesión de incumplimientos por parte de las minicentrales junto con la incapacidad de la administración para imponer sanciones disuasorias conduce a episodios catastróficos en los que tramos de varios kilómetros de longitud quedan sin agua. Aún así la propaganda oficial de las distintas administraciones y la de las empresas productoras sigue insistiendo en la bondad de este tipo de energía a la que califican de verde, limpia y renovable. El consumidor traga complaciente.
Ante el auge del turismo de montaña en la región, se desdobla la carretera que discurre junto al cauce principal en un tramo de 35 km. Las obras, que duran 22 meses, provocan un grave impacto en la estructura del cauce y las márgenes. Escolleras y muros de distinta tipología acompañan al río en gran parte del tramo. La pérdida de naturalidad alcanza su nivel máximo.
La depuración de aguas residuales alcanza a las principales localidades de la cuenca. Ante la imposibilidad de recoger todas ellas en un colector que las centralice en una única depuradora, se construyen pequeñas plantas de depuración con un modesto nivel de eficacia. Eso sí, su vertido cumple en ocasiones los parámetros mínimos establecidos por la normativa europea.
El cambio de siglo trae consigo la consolidación de la normativa ambiental europea. La Red Natura 2000 comienza a ser una realidad. Gran parte de la cuenca es declarada Zona de Especial Conservación. Contando con financiación europea y vinculado a la gestión de la Red Natura se ejecuta en la zona media de la cuenca un proyecto de recuperación del ecosistema fluvial. Dicho proyecto contempla la restauración de 200 m de margen (anteriormente ocupado por una cantera), el soterramiento de un tendido eléctrico y la eliminación de dos de los 38 azudes que existen actualmente en la cuenca. Los resultados esperados en el caso de la conservación del desmán son insignificantes.
Se suceden los trabajos de diagnóstico del estado de conservación de especies amenazadas. En el caso del desmán, en nuestra cuenca solo es posible detectarlo en uno de los tramos. Un estudio de la calidad del hábitat revela que el hábitat óptimo ha quedado reducido a un tramo en cabecera de apenas 8 km de extensión. En el resto de la cuenca no es posible observar ya los rasgos mínimos imprescindibles para considerar la posibilidad de que se pueda mantener la especie.

Año 2020
El desmán y su hábitat han desaparecido de la cuenca. Todas las presiones que ocasionaron su desaparición siguen actuando. No obstante, la autoridad competente afirma, en los actos de clausura del Año Internacional de los Ríos, que la programación del plan hidrológico se desarrolla según lo previsto y no hay motivos para pensar que no se lleguen a cumplir los objetivos medioambientales que establece la Directiva Marco del Agua. El fulano luce orgulloso en la solapa una chapa conmemorativa del evento. En ella un desmán rampante acompaña al lema «Los ríos son el futuro».
¿Qué sabemos del desmán?
El desmán no es un desconocido. Es un animal difícil de observar y de mantener en cautividad, pero sabemos cómo es, dónde encontrarle, qué come, cuánto puede llegar a vivir y algunos detalles, no muchos, acerca de su organización social y su comportamiento espacial. Eso sí, aún nos quedan cosas por aprender, sobre todo ahora que hay quien ve la necesidad urgente de hacer refuerzos poblacionales, reintroducciones y cría en cautividad.
Empezó siendo francés y en los 200 años que hace que le conocemos ha tenido allí más suerte. Las mejores páginas o al menos la inmensa mayoría se han escrito al norte de los Pirineos. Eugène Trutat, Clement Puisségur y sobre todo Antoine Peyre y Bernard Richard consiguieron que el conocimiento de la biología de la especie alcanzara al final del siglo pasado un nivel más que aceptable. Desafortunadamente esa progresión se detuvo hace 20 años. Y ahí sigue de momento.
En España, donde al parecer los desmanes han abundado siempre en las distintas acepciones del término, pasamos el XIX sin saber muy bien dónde alcanzaba su distribución, la del animal, quiero decir. Ya en el XX, tras una larga travesía por el desierto, surge en la década de los 70 un nuevo interés por conocer nuestra fauna. Se suceden así inventarios de distinta magnitud geográfica, sin sincronía ni uniformidad de métodos, que en el caso del desmán permitieron completar el conocimiento de su distribución histórica. Y hay que llamarla histórica porque nada más completarla, en 2007, ya era vieja. Ya no servía como referencia inicial para el seguimiento global de la especie. Estamos en 2013, algunos aseverando el declive y otros dudando o deseando que no sea tal, y seguimos sin esa imagen de partida.
Leyendo las peripecias de la Sección Zoológica de Graells por el Sistema Central a mediados del XIX da la impresión de que estamos atrapados en el día de la marmota o sufriendo un constante déjà vu. En todos estos años no hemos sido aquí capaces de realizar un esfuerzo sostenido que nos permita avanzar en el conocimiento de la especie. Salvando las distancias, que las hay, seguimos como la tropa de Graells, buscando al desmán por la sierra, una y otra vez, sin ni siquiera ponernos de acuerdo en el modo de hacerlo. Seguimos preguntando al paisanaje: ¿Conoce usted, buen hombre, al bicho ese que llaman almizclera?
Una sencilla consulta en SCIRUS (uno de los más populares buscadores de información científica) nos puede dar una idea del esfuerzo investigador que se ha dedicado al desmán en los últimos 30 años. En la gráfica, para cada una de las especies de mamíferos incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, se muestra el número de artículos científicos publicados en las principales revistas, en los que el desmán es el protagonista principal. SCIRUS dice que para el desmán son 15. Son algunos más, pero no nos importa el número sino la comparación que podemos establecer con el resto de especies. En ella el desmán no sale bien parado. Salta a la vista que debemos hacer un esfuerzo por corregir esas enormes diferencias en cuanto a conocimiento. Además es necesario dar prioridad a las especies que cuentan con la mayor parte de su área de distribución en nuestro territorio, como es el caso del desmán.
Nos gusta la palabra endemismo y se nos llena la boca hablando de fósiles vivientes. El desmán reúne ambas características y nuestra responsabilidad en su supervivencia es grande. Reivindicamos en su día el apelativo de «ibérico». Es más adecuado, dijimos. Si no cambian mucho las cosas más pronto que tarde volverá a ser «de los Pirineos».
Galemys pyrenaicus, un bicho doblemente raro
Lo dice el Programa Edge of Existence que, combinando la singularidad evolutiva y el riesgo de desaparecer, ha ordenado a las especies de mamíferos que aún nos quedan. Aquí está la lista y aquí el artículo donde explican la metodología utilizada para realizar los cálculos.

Raro por escaso y raro por ser una «solución evolutiva» poco común, el desmán aparece en la lista en el puesto 213. No está nada mal cuando compites con 5.421 especies. Entre nuestra fauna superan al desmán en el ranking tres rorcuales, la ballena vasca, el cachalote, la foca monje y entre las terrestres únicamente el lince ibérico. Podemos tomárnoslo como un divertimento o como una referencia a tener en cuenta. Lleva el aval de The Zoological Society of London.
Como curiosidad final señalar que el número uno lo comparten tres especies de equidnas de hocico largo (gen. Zaglossus).
Les collectionneurs

1984, Walter Poduschka (Chairman of IUCN/SSC’s Insectivore Specialist Group) y Bernard Richard, especialista en desmanes, visitan España. Están en Madrid para asistir a una reunión de la Species Survival Commission. Recorren el Sistema Central (sierras de Guadarrama, de Gredos, de Ávila y de la Peña de Francia). Lo que ven les gusta muy poco: degradación del hábitat, visones americanos y ¡coleccionistas! Dos años más tarde escribirán los siguientes párrafos en la revista Oryx:
We saw more than 70 dried skins in the laboratory of a Madrid University professor, who does not work on this animal. Officially the desman is a legally protected species. However these 70 desmans were caught in recent years mostly in the Sierra de Guadarrama, but we were told that there are not many left. In this sierra, mink are now abundant and certainly took their toll too, at least by prey competition, but very probably by real persecution.
Piling stacks of dried skins or skulls in private collections or accumulating such material in university laboratories in the hope that some day somebody will work on his cemetery or will pay for it is nor sensible,…
Summarizing, we are forced to state that the Pyrenean desman is threatened by habitat degradation and mink as well as by the neglect of local scientists on the Iberian peninsula.
…the desman merits our greatest attention and there may also be other aspects of its biology that deserve attention, which up to now have not even aroused the concern of the Iberian experts. Let us hope that very soon some young and dedicated colleagues will be allowed to show more concern.
– Duras palabras. Así va a ser difícil hacer amigos en España – pensó Bernard en su despacho del Laboratoire Souterrain de Moulis. De repente le surgió una duda: ¿Estarán aún allí? Sin pensárselo dos veces pidió las llaves al conserje y entró en el almacén. No tardó mucho en encontrarlos. Voilà! Ante sus ojos, ocupando varias estanterías, se alineaban grandes tarros de cristal en los que flotaban los cadáveres de los cientos de desmanes que habían sido sacrificados por Antoine Peyre 30 años atrás. Él mismo había contribuido años después a llenar algún que otro tarro. Eso sí, por el bien de la ciencia. Este almacén no era un cementerio, no. Un templo, si acaso.
Nous nous sommes donc efforcé de capturer le plus grand nombre d ‘individus, surtout des femelles gestantes. Pour Galemys, la mortalité à la capture est voisine de 50 %. Sur 659 individus capturés nous avons eu 279 femelles dont 116 vivantes (soit 42 %). Parmis ces 279 femelles, 59 femelles gestantes ont été capturées dont 31 vivantes et porteuses d’embryons en excellents états.
Nous avons essayé d’obtenir la parturition en captivité à partir de femelles en gestation avancée. Malheureusement ces femelles n’étaient pas en état de supporter la captivité à leur arrivée au laboratoire; elles ont été utilisées soit pour les cultures soit pour l’embryologie.
Extraído de: Peyre, A. 1962. Recherches sur l’intersexualité spécifique chez Galemys pyrenaicus G. (Mammifère Insectivore). Archives de Biologie, 73:1-174.
Dans le mème Sour, pendant un an, nous n’ayons pris que 31 individus dont 17 mâles et 14 femelles; 5 femelles et 5 mâles sont morts, soit à la capture, soit le plus souvent lors des essais d’élevage que nous avons tentés au Laboratoire. Les 21 individus restants ont été bagués et relâchés dans le même torrent, soit au lieu même de la capture, soit en un endroit différent, parfois éloigné jusqu’à 1500 m. Vingt-deux reprises ont été effectuées, 7 mâles et 15 femelles.
Extraído de: Richard, B., Vallette-Viallard, A., 1969. Le Desman des Pyrénées (Galemys pyrenaicus): Premieres notes sur sa biologie. La Terre et la Vie, 3:225-245.
El desmán en la prensa. La divulgación, tarea pendiente
Las heces del mejillón de río estabilizan los cauces de modo que sobre la vegetación que allí nace puede el desmán absorber caracolas por la trompa.
Esta frase absurda y fantasiosa no ha sido extraída de un tratado de criptozoología medieval. Resume el conocimiento que brinda a sus lectores la edición del 10 de julio de 2011 de La Voz de Galicia. Lo extraigo de la entrevista que sufre uno de los investigadores participantes en un proyecto de conservación. Me parece imposible reunir de modo inocente en un solo párrafo tal cantidad de disparates, pero independientemente de la intencionalidad del periodista, este artículo es un buen ejemplo del tratamiento que la prensa diaria española da a la conservación de la naturaleza y, todo sea dicho, a cualquier aspecto de la ciencia.
La prueba del crimen (haz click sobre la imagen):
¿Se imaginan que al llegar a la sección de deportes encontrásemos algo parecido a esto?
Leo Messi, el famoso industrial argentino, haciendo gala de la precisión de su drive, embocó doce bolas seguidas en lo que a la postre sería su tercer oscar de la academia.
¿Conservaría su trabajo el responsable de este disparate?






































