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Divulgación. Asignatura pendiente

Ni el público objetivo ni el producto parecen los más indicados, pero poco más estamos haciendo para sensibilizar al respetable. A ver si este año se nos enciende por fin la bombilla y encontramos la manera de que los problemas del río y del desmán tengan el eco suficiente para que en las alturas les dediquen la atención y recursos que necesitan.
A gusto nombraba yo a estos dos eruditos embajadores de la causa desmanera. A grandes males, grandes remedios. Lo que sea con tal de sacar al desmán de la indigencia informativa.

Y si no nos da el bolo para más, siempre podemos copiar al vecino.
Eramos pocos… y parió la abuela
¡Ya son ganas de ponerle más emoción al asunto! ¿No lo teníamos suficientemente complicado?¿Qué será lo siguiente que se le ocurrirá al portento este?

La parábola de los gestores por Pieter Brueghel el Viejo, 1568
Hoy levantas una piedra y salen corriendo un árbitro de primera división y un gestor del medio natural. Opiniones no faltan. Ya sabéis aquello de que las opiniones son como los culos, cada uno tiene el suyo. Estamos bien surtidos. Pero ¿y los datos? ¡Ay amigo! Los datos… ¡Eso es otro cantar! Que no digo yo que no haya que tomar decisiones, pero algún día deberíamos empezar a recoger información, a buscar respuestas. Por aquello de la eficacia.
En el día a día del desmán son más las dudas que las soluciones. Los gestores ya sabemos donde encontrarlos, pero los investigadores ¿dónde están? ¿Podemos confiar en que la universidad produzca de forma espontánea la ciencia que necesitamos? ¿Tenemos otros organismos oficiales a los que acudir? ¿Tiene sentido financiar con fondos públicos a organizaciones privadas para que cubran estas carencias?
Ah, por cierto, feliz Navidad.
En un universo paralelo…
En un universo paralelo nuestra ministra ha asistido esta semana pasada al tramo de más alto nivel político de la Cumbre Mundial de Biodiversidad, que se ha celebrado en Corea del Sur. Allí, junto a sus homólogos, se ha batido el cobre, afianzando la implementación del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Como no podría ser de otro modo, ha estado eficazmente secundada por el secretario de estado del ramo.

Desgraciadamente en el universo que nos ha tocado vivir, la ministra y el secretario han pasado la semana haciendo cosas de ministros y secretarios: dar premios, reunirse, inaugurar ferias, incluso plantar un olmo. La interesante agenda de estos personajes puede consultarse aquí. Corea pilla muy lejos y la biodiversidad es cosa de perroflautas. Marca España, que se dice.

Mitos y leyendas. Hoy, los excrementos del desmán
El desmán ha ganado protagonismo en los últimos años (¡menos mal!), pero así como para otras especies amenazadas existe información suficiente que permite abordar su conservación de manera más o menos rigurosa, en el caso del desmán no andamos sobrados de conocimiento. Esto da pie a que, por premuras de la gestión, florezcan como setas las hipótesis y estas, a fuerza de insistir, adquieran vertiginosamente categoría de verdad revelada, generalmente en foros poco apropiados para la discusión científica.
Todo apunta a que la búsqueda de excrementos, barata y para todos los públicos, será en los próximos años la piedra angular del seguimiento de nuestras poblaciones de desmán, por ello merece la pena repasar algunas de las sentencias que a fuerza de ser repetidas están entrando por la puerta de atrás en el conocimiento desmanero popular.
1. Los excrementos de desmán no pueden ser identificados de visu.
Sí es posible. Y con una frecuencia alta, además. Su tamaño, forma, olor, color, composición y disposición en el río los hace inconfundibles. Desgraciadamente se degradan con rapidez y en algunas ocasiones la atribución de la especie precisa de otros métodos. Además, se cumple aquí inexorablemente la ley de Murphy, que viene a decir algo así como: en aquellos tramos prospectados en los que el número de excrementos recogidos sea bajo, dichos excrementos serán pequeños, viejos y secos.
2. Es posible identificar el autor de de un excremento por la morfología de los pelos que incluye.
Sí que lo es. Los pelos de mayor tamaño (guardas, guías, o como guste usted llamarlos) son inconfundibles: espatulados, sin médula, con una constricción central,… un auténtico chollo. Sin embargo la frecuencia de aparición de este tipo de pelos en los excrementos es muy baja. Resulta frustrante desmenuzar excrementos sin encontrarlos, sobre todo cuando las muestras recogidas son escasas, sabiendo además que el procedimiento conlleva su contaminación e impide realizar posteriormente la identificación mediante análisis genético. Por otra parte, los pelos de borra se encuentran con mayor frecuencia en los excrementos, pero es imposible identificar la especie a la que pertenecen.
3. La identificación genética de la especie es un refinamiento innecesario en el inventariado de poblaciones a escala geográfica amplia mediante búsqueda de excrementos.
Pues no. Habiendo un margen de error en la identificación de visu, siendo escasos los excrementos en muchos de los tramos prospectados y escasas las posibilidades de identificar un excremento mediante pelo, el análisis genético es el único procedimiento que proporciona información fidedigna con un rendimiento relativamente alto. Además, esta técnica es habitualmente desarrollada por un único equipo, ajeno a la recogida de muestras, y está sujeta a un procedimiento estandarizado, lo que evita en gran medida la disparidad de criterios entre los prospectores (numerosos, por lo general) que pudiera darse en la identificación basada en rasgos morfológicos y evita también la tentación de recurrir en caso de duda al «juicio experto» de cada prospector, circunstancia ésta muy habitual en nuestras latitudes y que en el caso del desmán nos ha ofrecido algunos mapas regionales de distribución sencillamente lamentables.
4. Es posible completar un inventario nacional «digno y útil» sin coordinar momento, procedimiento y objetivos.
No, no es posible. Un inventario a esa escala geográfica precisa que los actores implicados en su realización (que en nuestro país forzosamente han de ser muchos) actúen al unísono. Desgraciadamente la probabilidad de que dicho suceso ocurra en España es en estos momentos muy baja.
5. La abundancia de excrementos que encontramos en el río es directamente proporcional a la de desmanes que habitan el tramo prospectado.
No siempre. En ríos con presencia estable de la especie y abundancia alta, comprobadas éstas mediante otros métodos, la búsqueda de excrementos puede resultar infructuosa u ofrecer muy poca información, y por otro lado se dan casos en donde es posible recoger gran cantidad de excrementos y otros métodos de detección parecen indicar que la abundancia de desmanes es baja. Estas y otras combinaciones se pueden dar además dentro de un mismo río al comparar tramos consecutivos. En algunas ocasiones se puede achacar la dificultad de encontrar excrementos a la morfología del cauce, pero en otras la falta de correlación entre la abundancia de «cacas y culos» tiene difícil explicación.
Continuará.
Los razonamientos expuestos tienen su fundamento en información recogida en la biblioteca y en mi experiencia personal. Ni que decir tiene que ambas fuentes son discutibles.
Actualizada la distribución del desmán en Francia
Nuestros vecinos franceses nos ofrecen por fin la imagen de la distribución actual del desmán en su país
El avance forma parte de la documentación asociada a la última reunión de seguimiento del plan nacional del desmán. Si esta es la imagen final (que parece que sí; son 1.350 tramos prospectados), el estado de conservación de la especie sería significativamente mejor en el Pirineo oriental.
Seis departamentos, un rango de actuación de aproximadamente 20.000 km², un solo método de detección y en dos años terminado ¡Enhorabuena! Aquí, en el «País de las Maravillas», tal coordinación es sencillamente imposible.
La presentación de estos resultados viene acompañada de información detallada sobre el proyecto LIFE recién concedido
Galephone, la app que permite detectar desmanes
La Agencia Ambiental Europea lanza una nueva aplicación gratuita para móviles que revolucionará el «mercado» de la detección del desmán. Basada en el popular sistema de mensajería y disponible para todos los sistemas operativos, permite la localización de los animales desde el salón de nuestra casa con una precisión de 12 metros (únicamente en los smartphones provistos de GPS, claro). Pero no queda ahí la cosa, ya que por el módico precio de 1.15 €, la versión pro nos ofrece…

Ya nos gustaría, pero no. Ni apps, ni filigranas como la del Environmental DNA. Este último método había generado muchas expectativas. No era para menos. Que a partir de una muestra de agua una máquina nos hiciese un inventario completo de fauna sería todo un acontecimiento. Desgraciadamente, en el caso de los mamíferos, aún estamos lejos de obtener un rendimiento que suponga una mejora respecto a los «métodos tradicionales». Toca trabajar. Va a haber que seguir doblando el lomo.
Si queremos hacer un inventario a escala geográfica amplia, de momento no queda otra que buscar excrementos y trampear. Eso sí, sin escatimar esfuerzos. Ambas técnicas tienen sus inconvenientes y un estrecho margen de maniobra. Aquí no valen los recortes ni los atajos. En el caso concreto de los excrementos, la determinación genética de la especie se ha demostrado como imprescindible para obtener una imagen rigurosa de la distribución del desmán. La validación de visu o mediante la identificación de pelos de desmán dentro del excremento han dado lugar, en fechas recientes, a inventarios regionales de dudosa credibilidad en los que se mezclan datos verosímiles con citas a todas luces absurdas.

La aplicación para el smartphone llegará seguro, pero mientras tanto seamos rigurosos con las herramientas que tenemos. Son herramientas de mínimos, no dan para índices de abundancia, ni para exprimirlas en busca de un mejor rendimiento económico. Necesitan mucho esfuerzo y rigor en la ejecución. Malo es que desconozcamos la distribución actual del desmán, pero peor será que acabemos dibujando una imagen fantástica que solo sirva para tranquilizar nuestra mala conciencia.
Comienza el desembarco
Han comenzado, dentro del ámbito territorial del proyecto LIFE Margal-Ulla, los trabajos para el reforzamiento poblacional ¿De desmán? ¿De mejillón de río? No, hombre, no ¡DE VISÓN AMERICANO! Las granjas peleteras que no quieren los holandeses ya están aquí. El tercer productor mundial de pieles de visón externaliza el negocio y somos los elegidos. En Galicia las solicitudes se multiplican (Agolada, A Estrada, Forcarei, Sobrado,…).Las cuencas de los ríos Ulla, Tambre, Umia y Lérez (entre otras) recibirán nuevos ejemplares procedentes de las sueltas (accidentales o no), que inevitablemente se producirán en los próximos años. Hay bronca (menos mal), pero la actitud de la administración es «conciliadora». Al grito de ¡Aquí cabemos todos! y ¡Esta ganadería funciona! insisten en tomarnos el pelo.

El visón americano está presente ya en toda la red hidrográfica gallega. No vamos a insistir en el grave problema que su presencia supone para nuestros ríos y para el desmán en particular. Lo que hoy se necesita es un plan de erradicación, no más granjas. La desaparición de este negocio en distintos países europeos en los últimos años responde no tanto a la necesidad de paliar un problema ambiental como al posicionamiento en contra del maltrato animal de una parte importante de la sociedad. En España estamos muy lejos aún de que el maltrato animal o la pérdida de biodiversidad sean reconocidos de forma mayoritaria como problemas graves, pero ¿por qué tenemos que cargar con la basura que no quiere la Europa avanzada? ¿Por qué nos da esa Europa sensible fondos para la conservación del desmán y luego consiente el agravamiento de una incuestionable amenaza para la especie? Por supuesto, los principales responsables de que esto suceda somos nosotros, que soportamos año tras año a una cuadrilla de gestores corruptos e inútiles. ¡Qué disparate!
Por cierto, se dice «por ahí» que esto no se va a quedar en media docena de granjas, que vienen muchas más. Y que otras bonitas regiones del norte compartirán el premio.
Continuará, me temo.
Buenas noticias. Aprobado el proyecto LIFE+ DESMAN en Francia
El Plan National d’Actions en faveur du Desman des Pyrénées, que finaliza el año próximo, tendrá continuidad en un proyecto LIFE. Primero fue el diagnóstico (el plan de acción) y ahora es el turno de las actuaciones (el LIFE). Sin entrar a valorar los resultados (que desconozco), todo un ejercicio de sentido común.
Un rayo de esperanza, que se dice. Y es que aquí seguimos de brazos cruzados en lo que respecta a la conservación de esta especie. Esperemos que al sentido común se unan la suerte y el talento, y el día de mañana tengamos al menos la oportunidad de disfrutar del desmán en el país vecino. Porque lo que es aquí…
Asignatura pendiente
Me repito más que el ajo, lo sé. Pero leyendo uno de los últimos números de la revista Quercus (el de marzo de este año), en el que se analiza el grado de amenaza de la alondra ricotí (que si vulnerable, que si en peligro…), no pude evitar hacer una reflexión similar para el caso de el desmán.

Siguiendo el procedimiento que señala el RD 139/2011, las especies que figuran como protegidas en la normativa europea se incorporaron de forma «autómatica» al Listado de especies silvestres en régimen de protección especial. Una de ellas el desmán. Hasta ahí pan comido. Una vez allí, el salto al catálogo fue cuestión de inercia más que de diagnóstico ¿Quién se atrevería a negar el carácter de especie amenazada a un clásico de los catálogos? Lo peliagudo vino después, a la hora de elegir categoría. Solo hay dos, «en peligro de extinción» y «vulnerable», así que en principio no parece muy complicado y además están los Criterios orientadores para la catalogación de taxones. Basta con contrastar los datos disponibles con dichos criterios. Podemos hacer el ejercicio. Dicen los criterios:
Un taxón o población debe ser considerado “Vulnerable”, cuando corre el riesgo de pasar a la categoría “En peligro de extinción” o cuando por su rareza se enfrenta a un riesgo de desaparición en la naturaleza. Deberá cumplirse, al menos, uno de los siguientes criterios:
A. Declive de población ajustándose a alguno de los siguientes subcriterios:
1. Se estima que se ha reducido su población en al menos un 20%, dentro del último medio siglo.
2. Una vez evaluado científicamente el efecto de los factores actuales de amenaza y teniendo en cuenta las medidas de conservación adoptadas, se estima que su regresión en el futuro puede ser al menos del 20% en los próximos 20 años o 5 generaciones.
3. Un análisis de la viabilidad de población mostraría, que la probabilidad de su extinción en la naturaleza será de al menos un 10%, en los próximos 20 años o 5 generaciones, seleccionando el mayor valor de probabilidad de extinción.
Población, generaciones,… Mal empezamos. De demografía de desmán no tenemos ni idea. Mejor pasamos al siguiente:
B. Área de distribución: El área de presencia estimada ha disminuido, al menos, en un 50% en los últimos 50 años, o su área de ocupación se ha reducido en un 25% en el mismo periodo y cumpliendo además, al menos, uno de los siguientes subcriterios:
1. Presenta un área de presencia fragmentada o en proceso de fragmentación y no aparece en mas de 10 localidades.
2. Descenso continuo de su a) área de presencia b) área de ocupación c) superficie y/o calidad del hábitat d) número de localidades e) número de individuos maduros
3. Fluctuaciones extremas de su a) área de presencia b) área de ocupación c) número de localidades d) número de individuos maduros
¿50 años? Intentamos un inventario a principios de los 90 que «no funcionó» (3 provincias positivas de 29 prospectadas) ¡¿cómo quieren que sepamos cual era el área de distribución hace 50 años?! ¡Otro!
C. Tamaño de población: Deberá cumplir alguno de los siguientes subcriterios:
1. La población actual es inferior al 50% de la que se estima tendría en una situación favorable para su conservación, cuando ésta pudiera estimarse.
2. El nº de ejemplares maduros es inferior a la mitad de la que podría existir de acuerdo a la capacidad de carga de su hábitat.
Y dale con el tamaño de población… ¡Otro!
D. Características del taxón: El taxón o población cuenta con unos efectivos o área de ocupación muy reducidos y presenta características biológicas limitantes (p. ej. baja dispersión poblacional, dinámica poblacional fluctuante, alta especialización ecológica, singularidad geográfica).
Con calzador igual podría servir, pero me parece que este criterio no «está pensado» para esta especie. Además, dispersión, dinámica poblacional,… son palabras mayores ¡Siguiente!
E. Dependencia de conservación: Especies que han mejorado su situación gracias a la aplicación de programas de conservación cuyo cese implicaría un riesgo de regresión geográfica o poblacional, y con ello el pase a la categoría de “En peligro de extinción”.
Programas de conservación. No es el caso ¡Otro!
F. Criterio de expertos. Si, siendo insuficiente la información disponible para aplicar los criterios anteriores, hay coincidencia entre técnicos en conservación y expertos en biología de la especie (grupo taxonómico) en que su situación es Vulnerable.
¿Coincidencia entre técnicos y expertos? ¿En España? ¿Con doce CCAA implicadas? No caerá esa breva ¡Siguiente criterio! Vaya, no hay más criterios. Y los de «en peligro de extinción» son primos-hermanos de estos ¿Y ahora que hacemos? Datos no tenemos, pero del catálogo no le podemos sacar ¡Venga, como mal menor que se quede como vulnerable!
Lo dicho, el desmán, asignatura pendiente.






