En un universo paralelo nuestra ministra ha asistido esta semana pasada al tramo de más alto nivel político de la Cumbre Mundial de Biodiversidad, que se ha celebrado en Corea del Sur. Allí, junto a sus homólogos, se ha batido el cobre, afianzando la implementación del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Como no podría ser de otro modo, ha estado eficazmente secundada por el secretario de estado del ramo.
Desgraciadamente en el universo que nos ha tocado vivir, la ministra y el secretario han pasado la semana haciendo cosas de ministros y secretarios: dar premios, reunirse, inaugurar ferias, incluso plantar un olmo. La interesante agenda de estos personajes puede consultarse aquí. Corea pilla muy lejos y la biodiversidad es cosa de perroflautas. Marca España, que se dice.