Poder disfrutar de un bicho trompetero como éste es un lujo exclusivo y gratuito al alcance de todos. Verlo es complicado, pero el hecho de saber que aún está ahí es suficiente para que nos acerquemos al río con cierta emoción y respeto.
Este fin de semana hemos estado por las alturas y, entre otras cosas, nos hemos traído esta foto.
Muchos coches en la montaña, muchos senderistas. Gran parte de ellos siguiendo itinerarios balizados que acompañan a los arroyos donde vive nuestro amigo. Sin embargo, en la cartelería que conduce a los paseantes, ni una sola referencia ¿Por qué no bautizar alguno de estos senderos como Ruta del desmán? Es lamentable que un animal con semejante potencial emblemático sea tan desconocido. De momento tenemos que conformarnos con los jodidos cartelitos azules
No tenía ni idea de la existencia de este animal, ¿cuál es la zona por la que salís a verlo? Es un buen motivo para una escapada de fin de semana -o puente- de desconexión.